La amenaza del comercio ilegal de pesticidas

Agricultura Sostenible
En Latinoamérica el volumen de productos falsificados, adulterados y contrabandeado incrementa, mientras que la sofisticación de este negocio es cada vez mayor. A los cultivadores se les engaña, usualmente con alguna promesa de reducción de costos en sus insumos. Sin embargo, su cultivo, su salud y el medio ambiente podrían verse afectados con el uso de productos no autorizados y cuyo contenido puede ser desconocido.
Desde el 2011, la Europol cualificaba el tamaño global de agroquímicos en 10%, equivalente a 4.4 billones de Euros. Esta institución consideró que la migración de otros delitos al de falsificación, adulteración y contrabando de plaguicidas se debe, entre otras razones, al amplio margen de ganancia y el relativo bajo riesgo de incurrir en la actividad ilícita. Bajas o inexistentes penas, no tipificación como delito particular, ausencia de unidades judiciales especializadas, entre otras, son algunas casas que hacen de este comercio ilegal un negocio apetecido. Incluso, este comercio permite el lavado de activos.
Un estudio reciente realizado por la Federación de Cámaras de Comercio e Industria de la India, estima que el 30% del mercado total de plaguicidas en ese país está capturado por productos ilegales. El precio de un producto falsificado puede llegar a estar un 30% a 40% por debajo del precio del producto de la marca original, lo que atrae a los agricultores de optar por productos de esta índole. Según la Cámara Internacional de Comercio, en regiones como Kashmir, 90% de los productos vendidos a agricultores son adulterados. Ya cultivadores se han manifestado en ese país por la perdida de sus cosechas debido al uso de estos productos. E
ste mal no solo afecta a países en desarrollo. En 2014 la Cámara Internacional de Comercio reportó operaciones de intercepcion en Polonia de 21 toneladas de producto ilegal que pretendían ser introducidas de China a Europa via Odessa, Ucrania. El éxito de la operación se debía a la inteligencia obtenida por la Organización Europea Antifraude (OLAF). Ese mismo año hubo 13 arrestos y 10 acusaciones formales contra una banda a la cual se le incautaron 32 toneladas de producto espurio que escondían en Castellón y Valencia, España. Ya la agricultura Española se ha visto afectada por productos ilegales. En 2006 la producción con agroquímicos no autorizados provocó pérdidas estimadas en 20 millones de Euros.
El potencial agrícola de Latinoamérica la convierte en un atractivo mercado para plaguicidas ilegales. Verdaderas redes globales orquestan la logística de estos productos ilegítimos, desde su fabricación, trasiego hasta la venta final.
Recientemente en Colombia, La Dirección de Investigación Criminal e Interpol (DIJIN) desarticulo una organización que producía tres toneladas semanales de productos agroquímicos que vendían a domicilio a pequeños arroceros del sur del Tolima. Los agricultores que compraban estos productos veían mermada su producción debido a que los insumos no eran eficaces en sus cultivos.
Brasil y Paraguay no se han escapado de este flagelo y a través de una serie de operaciones han logrado confiscar y realizar arrestos con millonarias incautaciones en estos países.
La colaboración y la participación de todos es indispensable para luchar contra este mal en el sector agrícola. La regla de oro suele funcionar: Sí es demasiado bueno para ser cierto, probablemente no lo es. A los cultivadores se les recomienda evitar insumos sin factura, de distribuidores desconocidos y no autorizados. Cumplir adecuadamente con programas de recolección de envases, entregándolos a centros de acopio autorizados luego de haberlos perforado, esto, colabora con evitar la reutilización maliciosa de envases. Por su parte, las autoridades incluyendo las aduanales, fiscalías penales y policía, deben adquirir conciencia que los plaguicidas también son propensos a la falsificación, adulteración y contrabando.